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Del Libro “Apertura a la Sabiduría de la Cabalá”
Puntos 15-18
El Pensamiento de la Creación y las Cuatro Fases de Luz Directa
15) De este modo, se formaron nuevas vasijas en los Partzufim de Kedushá, en vez de la cuarta fase tras la primera restricción. Fueron creados a partir de la Luz Retornante del acoplamiento mediante golpe en la pantalla. Ciertamente, debemos comprender esta Luz Retornante y cómo se convirtió en una vasija de recepción, puesto que al comienzo no era más que una Luz rechazada de recibir. Así, vemos que ahora está sirviendo con un rol opuesto respecto al de su propia esencia.
Lo explicaré a través de una alegoría de la vida real. La naturaleza del hombre es apreciar y respetar la cualidad de otorgamiento, y despreciar y aborrecer el recibir de un amigo. Por lo tanto, cuando llega a la casa de su amigo y este (el anfitrión) le invita a una comida, él (el invitado) declinará la invitación aunque se encuentre muy hambriento, puesto que, a su parecer, es humillante y despreciable recibir un presente de su amigo.
Sin embargo, cuando su amigo le insiste lo suficiente, de forma tal que quede claro que, al comer le estaría haciendo un gran favor a su amigo, él accede a comer, pues ahora ya no siente que esté recibiendo un presente, ni que su amigo es quien está otorgando. Por el contrario, él (el invitado) es quien otorga y quien está haciéndole un favor a su amigo al recibir de él este obsequio.
Así, podemos observar que, aunque el hambre y el apetito representan vasijas de recepción designadas para comer, y que esa persona tenía suficiente hambre y apetito para recibir la comida de su amigo, aun así, no podía probar ni un bocado debido a la sensación de vergüenza. Sin embargo, a medida que su amigo le insistió y él lo rechazaba, se fueron formando dentro de él nuevas vasijas para comer, ya que las fuerzas de la insistencia de su amigo y las fuerzas de sus propios rechazos, a medida que se acumulaban, terminaron por alcanzar una cantidad suficiente que revirtieron la medida de recepción en una medida de otorgamiento.
Al final, puede describirse que, al comer, le estará haciendo un gran favor a su amigo. En ese estado se forman, dentro de él, nuevas vasijas de recepción para recibir la comida ofrecida. Ahora, se considera que la fuerza de su rechazo se ha convertido en la vasija esencial dentro de la cual recibir la comida, y no el hambre y el apetito, aunque estos son propiamente las habituales vasijas de recepción.
16) A partir de esta alegoría entre los dos amigos, podemos comprender el tema del acoplamiento mediante golpe y la Luz Retornante que se eleva por su causa, que se convierte así en nuevas vasijas de recepción para la Luz Superior en vez de la cuarta fase. Podemos comparar la Luz Superior que choca contra la pantalla, y que desea expandirse dentro de la cuarta fase, con la súplica por comer. La razón es que, al igual que en el ejemplo anterior donde uno aspiraba a que su amigo recibiera su comida, así la Luz Superior desea extenderse al receptor. Y la pantalla, que golpea la Luz y la repele, puede compararse con el rechazo del amigo rehusando recibir la comida, y rechazando así su favor.
Y del mismo modo que podemos ver aquí que es precisamente el rechazo y negativa lo que se transforma en las vasijas de recepción apropiadas para recibir la comida de su amigo, podemos imaginar que la Luz Retornante, que se eleva a través del impacto de la pantalla y la Luz Superior que es rechazada, se convierte en una nueva vasija de recepción para la Luz Superior, en vez de la cuarta fase, que servía como vasija de recepción antes de la primera restricción (Tzimtzum Álef).
Sin embargo, esto fue establecido solamente en los Partzufim (plural de Partzuf) de Kedushá (santidad) de ABYA, no en los Partzufim de las Klipot (cáscaras) ni en este mundo, donde la cuarta fase misma es considerada la vasija de recepción. Y este es el motivo por el cual están separadas de la Luz Superior, ya que la disparidad de forma en la cuarta fase las separa. Por eso, se considera que las Klipot y los malvados están muertos, ya que se encuentran separadas de la Vida de Vidas a través del deseo de recibir que poseen. Ver punto 14, ya que no se puede extenderse más en esto.
Cinco fases en la pantalla
17) Hasta ahora hemos aclarado los tres fundamentos de esta sabiduría. El primero es la Luz y la vasija, donde la Luz es la directa extensión desde Su Esencia, y la vasija es el deseo de recibir, que está necesariamente incluido en esa Luz. En la medida de ese deseo, sale del Emanador al emanado. Este deseo de recibir es considerado la Maljut que se discierne en la Luz Superior. Por eso se le llama Maljut «Su nombre», a modo de «Él es Uno y Su Nombre, son Uno», pues «Su nombre» en Guematría es «Ratzón» (deseo), -שמו=רצון=346-.
El segundo asunto es la aclaración de las diez Sefirot y los cuatro mundos ABYA, que son cuatro grados uno debajo del otro. El deseo de recibir debe descender a través de estos hasta establecer la vasija y su contenido.
La tercera cuestión es la restricción y la pantalla que se aplicó sobre esta vasija de recepción, que es la cuarta fase, en vez de ella fueron formadas nuevas vasijas de recepción en las diez Sefirot, llamadas Luz Retornante. Entiende y memoriza estos tres fundamentos y sus explicaciones tal como fueron aclarados, pues sin ellos será imposible entender siquiera una sola palabra de esta sabiduría.
18) Ahora explicaremos las cinco fases que hay en la pantalla por medio de las cuales cambian los niveles durante el acoplamiento mediante golpe (Zivug de Hakaá) que realiza con la Luz Superior. Primero debemos entender a fondo que, aunque la cuarta fase fue descartada para volverse una vasija de recepción para las diez Sefirot después de la restricción, y a pesar de que la Luz Retornante se eleva desde la pantalla por medio del acoplamiento mediante golpe se convirtiera en una vasija de recepción en su lugar, aun así, debe acompañar a la Luz Retornante con su fuerza de recepción. Sin esto, la Luz Retornante no hubiera sido apta para ser una vasija de recepción.
También debemos entenderlo de la alegoría que se encuentra en el punto 15, donde hemos demostrado que la fuerza de rechazo y el negarse a recibir la comida, se convirtió en la vasija de recepción en lugar del hambre y el apetito. Esto es así porque, el hambre y el apetito, que son la habitual vasija de recepción, fueron descartados de ser vasija de recepción, debido a la vergüenza y la deshonra por recibir un regalo de su amigo. Y solo las fuerzas de rechazo y negación se convirtieron en vasijas de recepción en su lugar. Porque, por medio de rehusarse y rechazar, la recepción se transformó en otorgamiento, y a través de ellos consiguió vasijas de recepción aptas para recibir la comida de su amigo.
Sin embargo, no se puede decir que ya no necesita sus vasijas de recepción habituales, es decir, el hambre y el apetito, pues está claro que, sin el apetito por la comida, no podrá satisfacer el deseo de su amigo y traerle satisfacción al comer en su casa. Pero la cuestión es que, el hambre y apetito, que fueron descartados en su forma habitual, ahora han sido transformados a través de las fuerzas del rechazo y la negación en una nueva forma: recepción con el fin de otorgar. De esta forma, la humillación se ha transformado en honor.
De lo anterior se desprende que las habituales vasijas de recepción aún se encuentran tan activas como siempre, pero han adquirido una nueva forma. También constatamos, en lo referente a nuestro tema, que es verdad que la cuarta fase ha sido descartada de convertirse en una vasija de recepción de las diez Sefirot. Esto es a causa de su grosor, es decir, de la disparidad de forma respecto al Otorgante, lo cual la separa de Él. Sin embargo, por medio de la corrección de la pantalla en la cuarta fase, que impacta con la Luz Superior y la repele, su anterior forma defectuosa se transforma y adquiere una nueva forma, llamada Luz Retornante, al igual que la transformación de la forma de recepción en forma de otorgamiento.
El contenido de su forma inicial no ha cambiado. Porque ahora no come sin apetito. De forma similar, todo el grosor, que es la fuerza de recepción en la cuarta fase, ha entrado en la Luz Retornante. Por ende, la Luz Retornante se vuelve apta para volverse una vasija de recepción. Y apréndelo con atención.
Por lo tanto, siempre deben distinguirse dos fuerzas en la pantalla:
La primera es la dureza (Kashiut), que representa la fuerza que está dentro y que rechaza la Luz Superior.
La segunda es el grosor, que es la medida de deseo de recibir de la cuarta fase incluido en la pantalla. A través del acoplamiento mediante golpe, por medio de la fuerza de Kashiut que hay en él, su grosor (Aviut) se convierte en refinamiento (Zakut), es decir, la recepción se transforma en otorgamiento.
Estas dos fuerzas que se encuentran en la pantalla actúan a través de cinco fases: las cuatro fases JuB TuM y su raíz, llamada Kéter.