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Para entender qué son los judíos, debemos separar lo que deseamos que sea verdad de lo que podemos observar claramente.
Decir lo obvio no te convierte en un antisemita o en un judío que se odia a sí mismo: hay una influencia desproporcionada de los judíos en los asuntos humanos en comparación con su número. Es desproporcionado si pensamos que la naturaleza debería ser una democracia representativa de la población. En este caso, definitivamente parece una conspiración, pero ¿podría realmente existir alguien tan abrumadoramente astuto e infalible? ¿La influencia realmente es suya o siquiera está en sus manos? ¿Está desequilibrada o estamos mirando solo un lado de un equilibrio natural sin saber qué se está equilibrando? Proporcional no significa igual.
A medida que avancemos, descubriremos que la Naturaleza es mucho más sofisticada y está más preocupada por sus ciudadanos que cualquier gobierno o filosofía política creada por el hombre. Tenemos mucho que aprender de la naturaleza porque es el verdadero gobierno bajo el que está nuestra especie, es el panorama general de los humanos. Aun así, incluso en las democracias, solo una pequeña porción de las personas actúa como representante e influye en toda la población.
Por supuesto, nunca hemos podido votar para decidir cómo responderá la naturaleza o qué terminará sucediéndonos… ¿o sí?