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De hecho, los viejos Paradigmas, del antiguo sistema ya están cayendo: religión, política, educación, economía. El mundo está colapsando, por decirlo así, a las viejas estructuras, no es por nada que la Espiritualidad, por todos sentidos, en todas las esferas, está llamando a la humanidad. Claro que hay oposición , pero ésto va evolucionando y a medida que nos acercamos más a lo espiritual, el viejo sistema está tratando de subsistir, por eso es más intenso el cambio, porque sabe que un nuevo paradigma de amor, de conexión, será la base de todo y dónde o te vuelves a la Espiritualidad o parecerás en un mundo, sin saber qué rumbo tomar. Por eso las nuevas generaciones que se oponen a ello, serán y estarán en fuertes cambios radicales, que se llamarán incomprendidos y relegados, viniendo a tomar caminos que creerán ser los correctos, pero los alejarán más del propósito divino, sin conocer por qué están aquí. Los cambios se están dando y es momento de envolvernos más en lo espiritual.
En un mundo interconectado a través de estos Principio de amor y espiritualidad, sería un nivel de conciencia bien elevado y una equivalencia de forma con el Creador. Alcanzar eso seria estar en el grado de “ama tu prójimo como a ti mismo”. Seria como se dice en hebreo “Dvekut” adhesión, unido a ÉL. Sería corrección final Sof HaTikún. No hay palabras para describir lo hermoso que sería vivir así.
La veo difícil. Muy difícil. Fui profesora de filosofía de colegio y de la universidad de administración y responsabilidad social, ya hace unos años. Y estudiamos con los almnos la imaginación del futuro, eso ya hace unos años. Esos jóvenes lo veían para si mismos muy complejo. Ya pasamos por la pandemia en un ensayo de aislamiento, el mundo total enfrentado al simulacro de una hecatombe, y lo hemos olvidado. Hemos olvidado lo que fue esa experiencia. No lo nombramos. Se volvió tabu. Y hay “simulacros” todo el tiempo, la naturaleza nos presenta esos ejemplos cada vez más asiduos. Es un momento crucial para la humanidad enfrentada al su propio cataclismo, cada vez seremos menos, en menor número. Y las informaciones que nos llegan es a empeorar: el clima, el oxígeno, el caos, el plastico y la naturaleza respondiendo como el guion nos prepara a que ella va a prevalecer. Su orden en medio del desorden, la naturaleza sobre el ser humano arroyadora. Hablar del amor en el momento de mayor soledad sera crucial para aceptar el “desastre” y entender, comprender, que la furia desatada es parte del programa: la creación de un nuevo humano, evolucionado en el principio de la conexión más maravillosa que aún no experimentamos.
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